Sin poder evitar la convulsión de nuestra cámara, que no pudo dejar de apuntar a la hermosa cantante CHELA RIVAS, y no la pudo dejar de observar para después, verle otra vez. Chela es el claro ejemplo de un río que no puede ser controlado, tal y como incontrolable es su enorme talento con fuerza en su expresión artística.
AQUI NO TERMINA TODO...
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