Había una vez una reina del mariachi, que no sabía ni le
interesaba cantar con mariachi. Todo era alegría y felicidad en la emotiva
fiesta del Día Internacional del Mariachi, hasta que como si se tratará de un
eclipse, llegó la coronación de la reina de los ejecutores de nuestra música, y
el momento que tuvo que ser el supremo de la noche, se derrumbó ante la
opacidad de Susana González, una reina tímida y desangelada, que se achicó sin
mostrar el carácter que proyecta como actriz, para convertirse en una reina
fofa que no iba acorde con el esfuerzo organizativo de la gran fiesta. Susana
González, declaró que le gusta mucho la música con mariachi (como a la mayoría
de los mexicanos, si no es que a todos) pero fue determinante, que nunca
cantará con mariachi, a pesar de las insistencias del líder de los Mariachis,
Don Chucho López, que se propuso hacerla cantante. Susana agregó que no es
cantante y que solamente intenta seguir melodías, en papeles actorales que así
lo requieren,como ha sido entonar brevemente una canción en la obra
"Aventurera", pero de éso a ser cantante, está muy lejano. Entonces
la reflexión es; qué tiene que hacer una actriz
desentonada y que canta únicamente por necesidad escénica como reina de
los mariachis. Para nombrar a reinas que
son mujeres bellas como Susana, existen
otros festejos como "La Flor más
bella del Ejido"; pero para nombrar a una representante del gremio musical
debe ser una representante de nuestra música, y más aún, cuando se ha desplegado una generación de
importantes cantantes femeninas en la actualidad. De manera contraria, se
arruina una fiesta importante y reconocida a nivel mundial y por otra parte se
exhibe a la misma monarca, y más, si la simpatía y ser extrovertida, no es su
mayor cualidad.