Una jovencita de cautivadores ojos y hermoso rostro con un imán de cabello oscuro de noche y otra rubia de cabello largo, de ojos brillantes como un sol; aparecieron en las pantallas de la televisión enmarcando de belleza y juventud los años ochentas y desde entonces ya se contemplaban para ser figuras duraderas. Ambas conductoras y actrices y parte de una generación productiva del centro de capacitación de Televisa. Nos referimos a Victoria Ruffo y a Erika Buenfil quienes de manera paralela trazaron caminos de los ochentas para la televisión mundial y que permanecen hasta la televisión actual igualmente de hermosas y como dos cartas de éxito.
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