El mundo estaba preparado para apreciar otra figura de época, pero el futbol aún no. El Mundial de Rusia 2018 no encontró ni en el argentino Lionel Messi ni en el Portugués Ronaldo cristiano ni en el brasileño Neymar Da Silva, al amo del balón que sorprendiera con magia como lo hizo Pele en el 70 y Maradona en el 86. Francia se coronó como campeón no inédito y Croacia resultó un caballo negro como en otras copas lo fueron Holanda o España. Un Mundial repleto de goles sin un partido que haya quedado 0-0 y con emociones anónimas al no tener la firma de un equipo contundente ni de un héroe notablemente rotundo. Por su parte, México cumplió al pasar a octavos de final de la copa por séptima vez consecutiva, lo que no ha podido hacer el actual campeón francés, ni Brasil, ni Italia ni otras selecciones gigantes del balompié..
EL BUEN HUMOR
DE SOMOSELESPECTADOR