sábado, 21 de septiembre de 2024

EL PLAN C-ONSTITUCIONAL UNA CONCLUSION APORTATIVA PARA LA TRANSFORMACION LOPEZOBRADORISTA

 



















La  Reformas  constitucionales que se están aprobando  como consecuencia de  la mayoría cualificada progresista de esta LXVI legislatura,  y que fue obtenida gracias a la popularidad del Presidente Andrés Manuel López Obrador y su movimiento lópezobradorista que también ha sido llamado como "La 4T", cumple con las promesas y aportaciones de este luchador social izquierdista que se convirtió en mandatario constitucional sin incongruencias y cumpliendo casi todas las promesas de su campaña ante lo que parecía un muro pripanista tan difícil de derrumbar jurídicamente  e intelectualmente, como el propio Muro de Berlín, y aún más sin conceder un grado de violencia en el movimiento de recuperación nacional. Los puntos de aprobación tanto en el Congreso federal como en cada uno de los congresos locales, se convierten en legislaciones emergentes que deberán ser corregidas y ampliadas en sus leyes secundarias, ya que  si bien es cierto todas las leyes son perfectibles y no existen las perfectas, también es cierto que estos puntos reformistas,  no gozan de mayor calidad legislativa que todas las redundantes y   hasta absurdas modificaciones pasadas y  realizadas en diferentes sexenios presidenciales, pero que estas se distinguen por no ser dañinas, ni mal intencionadas en perjuicio de la nación ni acordes a un concierto del imperialismo extranjero. Las dos reformas más importantes  con las que cierra  su cortina este sexenio de purificación de la vida  administrativa y pública del país, es la Judicial  y la relacionada con la Guardia Nacional y el Ejército. Respecto a la judicial,  se trata de evitar que la mafia adueñada del Poder Judicial, ya no sea un tapón para el progresismo institucional sin recurrir a la violencia en su proceso revolucionario, ya que eran los juzgadores quienes frenaban cualquier intento de ley  nacionalista o la efectividad del ordenamiento constitucional, por medio de suspensiones  de amparo o resoluciones en materia constitucional, que sin tener que analizar el fondo de las observancias o medidas, bastaba pretextar  falta de requisitos de validez, para  eliminar la determinación legislativa por la nulidad en su forma, al grado de que en este sexenio,  el poder judicial trató de invadir la competencia del poder legislativo y sus atribuciones. Una situación que no pasaba en anteriores sexenios cuando el poder ejecutivo privilegiaba al judicial para que éste le brindará su poderío  al segundo, siendo el judicial un  mayor potencial  pero que se mantenía a  disposición del Presidente de la República al igual que el poder ejecutivo,  al grado de que siendo la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia un cargo importante (aunque antes de estas reformas, impuestos sus miembros,  por el Presidente del país), no se conocía  ni el nombre  ni se identificaba a la persona que lo ocupaba tal presidencia. La segunda reforma importante que no podía dejar inconclusa López Obrador como cereza del pastel, es la relata a la estructuración  de la Guardia Nacional y su vínculo con el ejército, que así como la judicial busca el no bloqueo del progresismo de la nación, esta otra busca,  la seguridad de la misma nación , tanto en el combate al crimen organizado, como al terrorismo pero también como una medida  de  estrategia nacional para evitar el intervencionismo y prevenir inconvenientes  violentos que aún no han provocado del todo,  los cambios  de régimen,  pero que sí pueden buscar  violencia, quienes se identifican  con los retrocesos. De ahí que esta ley pueda resultar un arma de doble filo a pesar de ser necesaria y emergente. Y lo es, porque en principio no estaba planeada así hace seis años por el triunfo lópezobradorista que aunque sí tenía en  un proyecto alterno una  creación de la Guardia Nacional, y que sí buscaba adecuar al ejército que operaba en la ilegalidad al marco constitucional, también está claro  que se tenía otro concepto respecto de la militarización del país, y se optaba por su desmilitarización que fue resultando todo lo contrario, siendo  las fuerzas armadas clave fundamental para los proyectos  de estructura e infraestructura  basados en el ataque al dominio empresarial abusivo. La intervención ilimitada del ejercito en un país no deja tan buenos antecedentes históricos y no es el caso de la reforma pero es importante señalar que  en el momento histórico que vive México y ante la  batalla mediática de manipulación que  al final no ha funcionado en la mayoría del pueblo, deben ser prevenidas cualquier acciones de violencia más que de rendimiento y de ahí reestructurar el plan operativo de la Guardia Nacional,  que para mi punto de vista, en  México debería ser diferente  y no evadir la posibilidad de debatir y estudiar  una reforma legal que pudiera eliminar al Ejército Mexicano como operativo militar  de defensa para convertirlo en un ejército de salvamento y de operaciones disciplinarias no de ataque y a la vez   estructurar academias de Policía para la formación profesional de una Policía federal con las particularidades que necesita de acuerdo a su naturaleza. Sin embargo reformas constitucionales mejores elaboradas, leyes  de mayor manufactura o inclusive la creación  de una nueva Constitución Política para México que descartó realizar el Presidente López Obrador en su sexenio, sería una operación legislativa mayor pero posiblemente también  fatal ante la resistencia partidista, el dominio económico y religioso  que se vive aún sobre la vida política del país que también transita con deficiencias y falta de liderazgos y pulcritud política y moral de quienes podrían ser los constituyentes y reformadores revolucionarios, condiciones de peso que sí ha tenido el Presidente Constitucional actual, y para lo cual trabajó en una concientización moral de obra y palabra que todavía no penetra  del todo,  en la comunidad política actual y en la nueva generación ciudadana y política, que tendrá que analizar y sobreestudiar lo que ha sido el presidencialismo lópezobradorista y el mismo personaje, tanto como  neopolítico y como estadista. 
EL BUEN HUMOR DE 
SOMOSELESPECTADOR

Muchas veces de broma y otras no tanto, siempre es un placer y una gran experiencia, entrevistar a personajes de la inteligencia y hermosura de Cynthia Klitbo.