miércoles, 8 de mayo de 2024

LA VERDADERA CAUSA DEL ENOJO A LAS CRITICAS A LUCERO MIJARES EN TELEVISION

 





















ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Eduardo Videgaray, José Ramón San Cristóbal y Sofía Rivera Torres quienes conducen el programa de humor negro, “Qué Importa”, por primera vez tuvieron que pedir disculpas al aire, por haber realizado diferentes bromas a la hija de Lucero y Mijares, aunque  el supuesto arrepentimiento no se derivó como consecuencia reflexiva de haber cometido   un acto bajo al criticar el físico de una persona, que derivó de la autocrítica de la propia agraviada, ni porque hubo inconformidad en las redes sociales por parte  de usuarios y bots  sobre  dichos comentarios, cuando los clientes frecuentes de hacer bromas a Lucerito Mijares son quienes usan esas redes sociales, por lo que el verdadero motivo  de las disculpas ofrecidas fue la presión influyente de Lucero, la ex esposa de Mijares, quien recibió la solidaridad de ejecutivos de altas esferas y del propio circulo de famosos ante las ofensas lanzadas a su hija. Sin embargo el malestar desatado en el ambiente farandulero, no fue exactamente el mismo que captó el público en general, que aunque gran parte de éste, ya no acepta las críticas que puedan dañar la integridad de la persona  debido al cambio de mentalidad social al mando de una generación de cristal pero igual de doblemoralista, pero que en realidad su enojo profundo es porque tampoco acepta la imposición de figuras en el panorama musical televisivo, que aparecen generación tras generación como un privilegio consanguíneo y traficante de influencias en el mercado direccionista e impositivo, más que como un talento heredado,  lo que ha traído el repudio en vez del acogimiento de los hijos de famosos como es el caso de la hija de Lucero, de Pepe Aguilar, de  Andrea Legarreta o del hijo de Niurka, mismos  que se han topado con la cruda realidad de que el talento no viene adjuntado a una carta de recomendación o al dinero, y sí no que nada más le pregunten a Jaime  Camil,  y que en el caso de hijos talentosos, el repudio no resulta procedente ni efectivo. Lucero Mijares, después de debutar en una obra teatral exitosa  a la que casi nadie asistió, es que comentó,  quizá como autodefensa más que autocrítica  de  -que cuando no se arreglaba parecía hombre- lo que desmenuzó más chistes sin gracia de los conductores del programa "Qué Importa" a lo que la supuesta afectada  contestó: “Me da  igual, no me enteré de mucho pero vi a mucha gente comentando cosas lindas, lo cual agradezco muchísimo y pues cada quien, si quieren comentar algo bueno o malo, no me importa. Que ellos estén bien, que yo esté bien, la verdad no me interesa”.  Ante tales dimes y diretes  y estado desfigurado de la madre de lucero Mijares,  es que la producción del programa, mediante los mismos escritores que  realizan los chistes de la emisión, es que tuvieron que disculparse, cuando la empresa Imagen Televisión a diferencia de a su lectora de noticias Yuriria Sierra  que llegó visiblemente alcoholizada a su noticiario, y que  no fue capaz de disculparse con el público, luego de esa bajeza, ahora sí se interesaba en  obligar a los conductores del programa de humor negro a ofrecer  atentas disculpas para Lucero Mijares quien pertenece no por elección sino por circunstancias,   a una clase  privilegiada pero sobretodo influyente,  que  viven lejanas a la realidad  sin darse cuenta del clásico “ya no es como antes”, en donde  fuerzas  inspiradas en el abuso del presidencialismo de la historia pretérita del país,  con un simple telefonazo,  censuraban o eliminaban  a comunicadores, actores, periodistas o programas de televisión. El irreverente programa de televisión, que se ha burlado hasta el cansancio,  del propio Presidente Andrés Manuel López Obrador sin que hayan recibido un jalón de orejas desde la Secretaría de Gobernación o de Palacio Nacional, vivió  ahora un momento inédito para la emisión nocturna,  al dar lectura a un guion de “disculpas” para la novata cantante protegida por sus famosos padres y por la mayoría de los conductores de chismes, que cuando les conviene,  no realizan el amarre  de  sus injuriosas y calumniosas lenguas que accionan según el caso y no según su opinión. A pesar de las disculpas provenientes del mal gusto de decir la verdad de la manera menos idónea,   los conductores de "Qué Importa" , fueron calificados de poco arrepentidos, sin entender que ellos no son los escritores de contenido, y que tales disculpas fueron de manera institucional y no personal. “Lo que ella dijo (Lucero Mijares)  que a veces no se arregla y va con una gorra al cine y le dicen ‘pásele joven’ y que  lo toma con humor, nosotros le creímos… Fueron unos chistes bastante leves, a algunas personas no les gustaron y ahí se hizo una bola de nieve gigante ”, fueron algunas declaraciones de los arrepentidos. Aunque los chistes respecto a la apariencia física de Lucero Mijares, sí pueden calificarse como subidos de tono,  de mal gusto, deplorables, criticables   e indeseables, los mismos  fueron lanzados para cumplir   la finalidad   humorística con la que se ha caracterizado al mencionado  programa de televisión,   y cuyo contenido  no es  menos vulgar a los que continuamente dice el payaso Brozo o el analista político Carlos Marín o Julio Patán o lo insultante que resulta para el televidente Chumel Torres, pero lo cierto es que "los dueños y señores de la moralidad televisiva a conveniencia",  son los que intervienen  ante la apertura y diversidad de medios, que debido a los espacios  en internet, se ha  desaparecido al pensamiento único, a los líderes de opinión y a la censura por la libertad de expresión de ideas, aunque los modos lleguen a traspasar la línea de respeto que no debe ser atropellada ni tampoco  pisar los terrenos de insano libertinaje. El influyentismo nos ha regalado  en la televisión, episodios parecidos a los que  está viviendo  Sofía Rivera Torres y su equipo, pues cómo olvidar, las lágrimas de Adal Ramones en  el programa “Otro Rollo” por haberse burlado de los  respetadísimos  Abraham y Jacobo Zabludovsky mediante un sketch que anunciaba el divorcio de los zabludovskys con Televisa,  aunque ninguna empresa televisiva haya salido hasta ahora, para ofrecer disculpas  al pueblo de México, al cual le han dedicado una televisión “para jodidos” como decía el dueño de la televisión concesionada a la que siempre han querido referirse como televisión privada.