lunes, 13 de marzo de 2023

ERIKA BUENFIL Y SUGEY ABREGO INDISPENSABLES EN LA ERA NEOTECNOLOGICA

 
























Las redes sociales nacieron  a la mitad de los noventas, cuando la súper rubia Buenfil llegaba a los 33 años y Sugey  pasaba la mayoría de edad, sin embargo la magia de la belleza con la magia digital, rompe cualquier barrera y ahora l tanto la regiomontana como la veracruzana son toda una sensación en los espacios virtuales, incluso más que las jóvenes actrices de esta era  digital. “Para nadie es desconocido que Sugey Ábrego llegó a OnlyFans para triunfar y así ha sido desde que la bella conductora y ahora modelo debutó en la famosa plataforma azul, desde donde se ha logrado consolidar su éxito con los años y se ha convertido en una de las celebridades preferidas de los internautas, quienes diariamente se suman por cientos a su perfil personal y así conocer más de cerca a la famosa.Como creadora de contenido, Sugey Ábrego sigue cosechando éxitos y ahora desea convertirse en una de las modelos más reconocidas en la red, por ello se ha empeñado en seguir creciendo en la preferencia de sus seguidores en redes, así como entre sus fanáticos que siguen con a detalle cada nuevo proyecto que emprende o cada una de sus frecuentes publicaciones con las que derrite la red”, advierte un periódico importante sobre Ábrego. Mientras que respecto a Erika Buenfil, quien ya rebasó los 15 millones de seguidores en una inter red masiva, asegura que lo hace por juguetona y advierte: ““La verdad es que me gusta mucho la comedia, pero mi carrera se fue por el lado del drama, siempre hice comedia en teatro, que era donde yo interpretaba personajes más divertidos, menos dramáticos, menos serios, y la gente me conoce más como actriz de telenovela y en papeles muy formales. Cuando tengo la oportunidad de hacer comedia, la hago, soy más divertida ahora con las redes sociales y lo disfruto mucho, me encanta”. Hace unas décadas no existía ni Erika Buenfil ni Sugey Ábrego para las redes sociales, y ahora resultan indispensables para las mismas, y ya son imborrables para la historia de los medios electrónicos.