En trece años de este espacio informativo, hemos visto el mundo de la comunicación con y sin Zabludovsky, y hemos sobrevivido a su ausencia, cuando en los setentas y ochentas, su ausencia parecía imposible, al ser la imagen más direccional de las pantallas. Las limitantes del internet que eran arrolladas y hasta humilladas, también desaparecieron, como los rollos de las cámaras fotográficas 110 y la grabadora de microcasette. La desafiante y orgullosa TV tradicional es tan vieja e inútil como el teléfono fijo, que son sustituidos por lo android y lo smart. Y ante la tercera revolución industrial y la nueva comunicación digitalizada y virtual, es que han aparecido comunicadoras de nueva generación, como Luisa Cantú y Mariana Hernández Carrillo, en donde las dos hermosas mujeres, cuentan con las mismas teclas de avanzada, con las mismas herramientas de inmediatez y hasta con la coincidencia de contenidos, pero ambas inteligentes damas, muestran constantemente que el avance tecnológico está superado, y que ahora lo relevante son los contenidos, pero aún existiendo una guerra de las galaxias, la línea editorial será siempre la caja negra que será sobreviviente de todas las batallas y la esencial diferencia entre lo casi robotizado.
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