miércoles, 20 de abril de 2022

LO SERIO ES SER BUEN PAYASO

 
























Existen libros de historia que señalan que los payasos tienen su origen en Egipto, en el año 2500 a.C. y que el personaje más destacado  fue el enano Dadkeri-Assi, que también hacia las veces de ‘bufón de la corte’. Hace 200 años nació quien está  considerado como el primer payaso mexicano, José Soledad Aycardo "Don Chole", responsable de traer la magia y la maravilla del circo a México, pues fue promotor incansable de aquel novedoso espectáculo, el Circo Olímpico, donde el humor y la maroma deleitaban a chicos y grandes.  El payaso más famoso del mundo para muchos  es Charlie Rivel y el más importante de habla hispana sin duda es Ricardo González Cepillín, quien superó de inmediato a los payasos españoles Gaby, Fofo  y Miliki, quienes también se decían ser “los payasos de la tele” y que en ese momento ya habían  conquistado Europa y México. En nuestro país han existido los payasos musicales como Qué payasos, NIfunifa, y Lagrimita y Costel,   las primeras payasitas talentosas  como lo son  Plumita, Trenzita, Sofía,  Kisme Boom y Gomita; los que siempre recordaremos con cariño como Bozo, Chuponcito en sus inicios, El Duende Bubulin acompañado de Hilda Aguirre en canal 13 o el publicista Cara Limpia  que formó parte del programa pionero y de mayor duración en la televisión mexicana al lado de Madaleno; los vulgares como Platanito y otros que quisiéramos olvidar pero son al fin y al cabo parte de la historia como  el muy despreciado  Brozo y su patiño sin pintura,  Carlos Loret de Mola. Sin embargo  ser trascendente implica algo más que estar en la historia, se necesita  de  talento, rectitud, profesionalismo, ética  y otras cualidades y virtudes como las que marcan los payasitos de nueva generación, entre los que se encuentran  Lapicito  y  lapizín y Atóm con Oliver McGee con enorme futuro.

imágenes de cortesía