Hoy cumple 100 años de vida, Luis Echeverria Alvarez cuyos mejores momentos de gloria en su vida fueron en 1970 cuando obtuvo la Presidencia de la república de México y en el 2009 en donde en el sexenio de Felipe Calderón, un genocida exculpó de cualquier responsabilidad penal a otro genocida, al quedar librado Echeverria del proceso penal al que disimuladamente estaba sujeto. En ese sexenio Echeverrista, los medios de comunicación estaban al servicio de la silla presidencial manejada discretamente por la esfera empresarial que permitía el ego de su empleado servil, basado en un modelo estructurado por el expresidente Miguel Alemán. La ineptitud, homogeneidad, antiprogresismo, corrupción y monopolización de los medios de comunicación convencionales actuales, se mantienen casi intactos a aquellas transmisiones setenteras que eran pioneras del color y que explotaban de jubilo por el Mundial de Fútbol, razón por la cual a 50 años de distancia de la presidencia de Luis Echeverria, el exmandatario de pantomima nacionalista, se sentiría igual de cómodo, tanto con los medios actuales como con los impreparados comunicadores, producto de una formación manipulada, y cuya sed está saciada con la mediocridad intelectual de un diploma otorgado por un colegio de comunicación , con la ilusión de que pueda ayudarles a su meta aspiracional de llegar a Televisa, cual "mojado" a la tierra estadounidense prometida. La televisión golpeadora, la radio concentrada y los medios impresos resentidos ante la falta de subsidio abusivo que otorgaba en exageración el gobierno federal, apoyan más que nunca al sistema presidencialista del modelo anterior y enmudecen la opinión del televidente y radioescucha que tiene que dejar sus mensajes de correspondencia por medio de las redes sociales, y también renuncian los medios, cuyos concesionarios son los autores del saqueo empresarial al que tiene sometido al país, a nuevos funcionamientos de comunicación y pluralidad que están ejemplificados cada mañana en la conferencia de prensa realizada en palacio nacional, ante el mejor comunicador en la actualidad, que es el propio Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, político de la izquierda. El deseo de las empresas de comunicación de un retorno priprdpanista encabezado por X González de lazos estrechos con Televisa, y el mismo deseo de que gobiernen a México, personajes como la esposa de Calderón o personajes como Ricardo Anaya; no es más que la misma -psiquis electrónca- del gobierno de Luis Echeverría Alvarez, quien cumplió sus 50 años de edad, siendo Presidencia de la República.