Grandes figuras del fútbol mexicano, entre ellas Hugo Sánchez, Rafa Márquez y otros grandes, han tenido en su paladar el sabor agridulce de la selección mexicana al vivir triunfos históricos en copas del mundo, Copas América y torneos de Concacaf pero pocos han probado lo que es ser campeón del mundo, que México solamente lo ha logrado a nivel sub17 o medallistas olímpicos como lo fue la medalla de oro en Londres 2012 y ahora la de bronce en Tokio 2020+1. Entre los medallistas en Japón, se encuentran Guillermo Ochoa y Diego Lainez dos sobresalientes futbolistas mexicanos que han destacado en la liga nacional y en el extranjero y que fusionan dos generaciones. Una la de Ochoa, lo mismo capaz de ante potencias en la Copa América o en la Copa del Mundo pero también recibir la goliza histórica ante Chile, y la otra generación, la de Diego Lainez cuyas primeras intervenciones importantes con la playera verde, se comienzan a escribir con una fenomenal medalla olímpica. Memo debutando en el fútbol profesional con América en 2004 y Diego con el mismo club crema en 2021.