miércoles, 4 de agosto de 2021

DEBE SER CONSIDERADO PARA EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ, EL PRESIDENTE LOPEZ OBRADOR

 


































LENTE OCULTO.-El decreto de liberación por injusticia encarcelaría es una acción de gran importancia para ser considerada por el Comité Noruego del Nobel para brindar reconocimiento por la paz al presidente de México Andrés Manuel López Obrador, esto aunado al desenmascaramiento de operadores para el saqueo nacional de su país, su derrocamiento en el gobierno de manera pacífica y la revolución electorera y presidencialista en la restauración del gobierno mexicano.El Estado que resulta el protector por excelencia de la agrupación humana, también se puede convertir en el mayor agresor de su colectividad o de un individuo, por lo que desastres sociales como los que han ocurrido en la nación mexicana, ante el abuso del gobierno, la entrega de dominio para la opresión y condicionamiento para empresas particulares y cuya acción  se refleja  en la distorsión social y en el sometimiento funcional económico; solamente pueden tener una restauración no violenta, por medio de la recuperación del buen gobierno y del Estado de Derecho, que puedan reestablecer lo que de otra manera óptima,  se logra con la conciencia social armada. Al no desear por ningún motivo el derramamiento de sangre aunque  se acompañe de conciencia social  que es lo que  ha acompañado a las verdaderas revoluciones y no a simples estallamientos sociales, es por lo que  resulta clave para el momento histórico y político que vive nuestro país, la reacción humanista, honesta, legal y política del titular del ejecutivo federal que es el presidente Andrés Manuel López Obrador quien se ha declarado un mandatario izquierdista y confrontado con el neoliberalismo. Sus acciones de recuperación y moral que le brindan la legitimidad y congruencia con que ha llegado al poder de la nación mexicana, también  le ha dado el liderato para revertir acciones del pasado  que eran en perjuicio del país, y  que se ha visto reflejado en el nuevo andar económico,  al detener un endeudamiento deliberado, y limitar el accionar que tenía la figura presidencial en operación del saqueo económico y la entrega a particulares, en su mayoría extranjeros, así como las buenas medidas emergentes ante la resistencia antiprogresista y las medidas de salud ante la pandemia mortal que embarga al mundo. Es  ahora, que López también ataca el sistema jurídico encaminado a convertir las cárceles mexicanas como un sótano para opositores y un pseudohotel generador de importantes honorarios y  nulas asistencias  para los privados de su libertad y sujetos al proceso penal, lo que hacía conveniente a la perversidad del sistema, tener encarcelados inocentes o mal juzgados y por más tiempo. Es por lo que tanto esta acción que se hará efectiva por decreto, antes del próximo mes de septiembre como otras que se han ejecutado en beneficio de la nación, tendrían que señalar como candidato al Premio Nobel de la Paz, al Presidente de México Andrés Manuel López Obrador quien por su manera de pensar ha sufrido persecución de Estado y ha realizado acciones que de no haber sido oportunas, ya hubieran desatado un colapso violento en el país. Aunque existen rubros pendientes y de urgencia para México, que el propio Andrés Manuel López Obrador no oculta y reconoce, como la plena pacificación del país, reestructurar un modelo educativo de excelencia y regresar las condiciones laborales que arrebató el empresario a los trabajadores, como es la jubilación en vez del desprotector   AFORE y la abrogación de deudas estratégicas de subordinación como el FOBAPROA  acompañada de la manipulación bancaria y de servicios públicos; lo realizado cabalmente por el Presidente en la mitad de su  sexenio con todo y el ataque mediático,  y la revolución electorera y presidencialista que ha efectuado, deben ser situaciones  que le brinden  a López Obrador el merecimiento  para el Nobel  junto a personajes como Abiy Ahmed Ali, Nadia Murad, Tawakkul Karman, Malala Yousafzai que lo han obtenido o junto con mexicanos como  Mario Molina en Química, y otros con menos merecimiento que Andrés Manuel López Obrador, como el intelectual orgánico  que fue  Octavio Paz en literatura y  Alfonso García Robles  bajo la protección burodiplomática  priísta.