Desde la legendaria conductora Janet Arceo hasta Edith Palomera "la Coneja"; en México se han tenido a grandes comunicadoras, que han marcado un estilo imborrable, en la mayoría de veces por su talento, otras por su belleza y otras ante la costumbre que nos brindaban medios monopolizados en la radio y en la televisión. Con la llegada de medios alternativos y la eliminación de la programación sujeta de horarios; las conductoras de los medios tradicionales y las llamadas youtubers, tendrán que apelar más al acercamiento de las necesidades, modas y nivel intelectual de sus receptores que a la imposición de un proyecto impuesto por una productora televisiva, incluyendo la cercanía a la vida política del país que ya no puede estar subordinada hasta convertirse en mercancía a la medida de un postor empresarial. La llegada de figuras internacionales al micrófono como el caso de María Conchita Alonso para IMEVISION, aterrizaron para establecer una competencia televisiva, pero en realidad, han sido las conductoras mexicanas las que mejor romance han establecido con el televidente, con todo y que las empresas televisivas han tratado de imponer a cubanas gritonas o a modelos de risa fácil pero sin idea de la conducción. Sería interminable en cambio, mencionar los nombres de mexicanas que se han guardado en el recuerdo de los grandes momentos del micrófono, o los programas nocturnos y de larga duración de altos niveles de audiencia con Verónica Castro, y aquellos matutinos que llegaron a tener más audiencia que muchas emisiones nocturnas con participación de verdaderas estrellas como Gaby Ramírez, Marisol González o Sugey Abrego; y conductoras de nueva generación como Natalia Téllez o Joselyn Juncal tratando de retener a una generación que cada vez es menos afanada a la televisión en la revolución tecnológica.
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