Por circunstancias de EPOCAS, tiempos y espacio; el pintor guanajuatense DIEGO RIVERA no conoció a la bella artista SOLANGEL COSSIO, ya que el ejecutor artístico murió en 1957. Pero de haber sido así, RIVERA seguramente la hubiera querido plasmar en una de sus pinturas como lo hizo con SILVIA PINAL, María FELIX y Dolores del Río. La magnitud de la belleza de SOLANGEL COSSIO que se acompaña por su talento, amabilidad, inteligencia y CARISMA hubiera sido suficiente, para que el autor de la obra revolucionaria y muralista de México, la NOMBRARA su musa FRIDA.