viernes, 31 de marzo de 2023

EL LIDER DE OPINION ES UN NUEVO MONSTRUO DE MIL CABEZAS

 














































ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Las plataformas de conexión de contenidos que aparecieron junto con el adelanto de comunicaciones digitales en la última década del siglo pasado, no sólo han venido a unir al mundo sino también  lo han democratizado, al generar un gran número de realizadores casi igual al de receptores, aunque muchos de ellos resulten repetidores y otros no tengan sus objetivos claros y mucho menos sus líneas editoriales al no ser comunicadores profesionales. Sin embargo la libertad de pensamiento ha comenzado con la reducción considerable de los líderes de opinión para dar paso al debate público en donde desaparece la voz oficial de mando para que sean diferentes las voces que se expresen hasta lograr una comunidad en pleno ejercicio de su libertad de expresión y de su derecho a ser informado, que son garantías individuales y humanas, contempladas en la mayoría de las constituciones de los países desarrollados en el ámbito jurídico y en los tratados internacionales  más fructíferos entre las naciones comprometidas. Aunque en la mayoría de los creadores se tiene como principal objetivo la fama por la fama misma y no un objetivo concreto en aras de la comunicación de excelencia total, lo cierto es que la nueva generación intercomunicativa y heredera de la generación televisiva, ya dio el primer paso por direccionado que sea, que radica en mostrar la expresión propia en medio de las otras expresiones en aprovechamiento de las facilidades proveídas y  enfrentar   los obstáculos  directos e indirectos que de ésto pueda derivarse. La simple acción de autograbarse para presumir la apariencia física o la ocIosa captación de una imagen para que el mundo se entere de lo que desayunamos antes de nuestras actividades escolares o laborales, por frívolo que parezca, son los primeros pasos para el periodismo civil intercomunicado, que  siempre será preferible a la recepción estática ante un aparato operativo como en los años veintes lo fue la llegada de la radio a nuestro país y en los años cincuentas, la llegada de la televisión. Son personajes activos como Mireya, Khamby Lave, Charli D Amelio, Bella Poarch, Kylie Jenner entre muchos otros los que han marcado una pausa de comunicación que encajona al tradicional lector de noticias que al ritmo de la ventriloquía se sujeta a la repetición de un teleprónter.