Hasta que tanto y en qué momento resulta necesario que un periodista o un reportero arriesgue su vida para brindar la noticia oportuna. Los adelantos tecnológicos han permitido que tanto en las investigaciones espaciales, de alto riesgo o en coberturas de derrumbes o guerras, no se tenga que arriesgar la vida humana y que todo esté controlado por medio de un dispositivo inteligente. Aquellos valientes corresponsales de Guerra, ahora no resultan tan útiles ante bombardeos satelitales. En el pasado temblor del 7 de septiembre de este año, siendo las 20:47 horas, la informadora Blanca Becerril del HeraldoTV, no siguió los protocolos de evacuación en caso de sismos, y continuó transmitiendo al aire como lo hizo Lourdes Guerrero en el terremoto de 1985, junto con María Victoria LLamas y Juan Dosal, cuando no existía un manual de escape ni se había registrado un terremoto en la CDMX, de los alcances que marcó a la metrópoli en ese 19 de septiembre.Mientras en otros canales de noticias, determinaron salir del estudio, Blanca siguió transmitiendo en vivo para un teleauditorio, que seguramente estaba fuera de cualquier peligro, ya que la mayoría de los que se encontraban frente a su televisor, seguramente se desatendieron de la comunicadora, ya sea para buscar un lugar seguro donde resguardarse o porque sufrían de la suspensión de energía eléctrica. Y aunque la valentía de la dama informadora no está en tela de juicio como tampoco la labor de su camarógrafo, sí está para la reflexión, que tan necesario es correr ese tipo de riesgo, que en su momento corrieron los locutores Sergio Rod y Gustavo Armando "El Conde" Calderón, en su transmisión de radio, quedando sin vida entre los escombros del derrumbado edificio de Radio Fórmula. Sin embargo, habrá reportes de campo, una vez concluido un sismo o en la pausa de un combate, que si resultan importante indagar, y en donde el riesgo reporteril está justificado. Afortunadamente, con todo y que el terremoto de 7.1 que ocurrió la noche de ayer no tuvo víctimas en la capital de la República, si es importante realizar un análisis y un examen de conciencia de la actitud informativa pero quizá innecesaria, como la que mostró la comunicadora Blanca Becerril.
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